A comienzos de 2022 había más de 1 000 millones de cámaras CCTV instaladas en el mundo. ¿Se imagina cuánto contenido generan?
Su análisis lo realiza un software especial. Según los últimos estudios, en los próximos años la demanda de analítica de vídeo crecerá a pasos agigantados.
Hoy los sistemas de videovigilancia y analítica se aplican prácticamente en todos los ámbitos. Al principio los utilizaban sobre todo los organismos de seguridad, pero ahora la analítica de vídeo la demandan también las autoridades municipales y el sector privado.
Posibilidades infinitas
En zonas pobladas se utiliza para controlar el tráfico. En el comercio minorista crea estrategias eficaces de colocación de productos e identifica a los carteristas. Los centros comerciales supervisan los flujos de consumidores. Las fábricas, almacenes y bancos emplean la analítica de vídeo para mejorar la productividad, el control de calidad y la detección de emergencias. Ahora está claro que las posibilidades de la tecnología de vídeo son casi ilimitadas y muy eficaces. En consecuencia, la demanda de videovigilancia impulsa el crecimiento de la analítica de vídeo.
Impulsores del desarrollo
El aumento de las amenazas terroristas y la pandemia de la COVID-19 han impulsado considerablemente la demanda de videovigilancia. La humanidad ha comprendido que quiere vivir en un entorno seguro y trabajar con mayor inteligencia. El rápido avance de la inteligencia artificial, las redes neuronales y la computación en la nube ha puesto la tecnología de vídeo al alcance del público en general. Cuando estos factores coincidieron, primero las grandes empresas y luego los organismos públicos y las medianas compañías descubrieron la eficacia de la videovigilancia. Se empleó para aumentar la productividad y reducir costes, y el desarrollo de la analítica software llevó la vigilancia más allá de su concepto original de seguridad. Actualmente, las tecnologías de vídeo ayudan a la dirección a confirmar o refutar la validez de las decisiones adoptadas. En otras palabras, la IA asume parcialmente la gestión de los procesos empresariales.
Hoy más del 80 % de los directivos encuestados señalan que planean usar la analítica de vídeo en su empresa o invertir en su desarrollo.
Ámbitos de uso futuro
Según los expertos, en los próximos años aumentará la demanda de videovigilancia en las pequeñas y medianas empresas. En el comercio minorista lo motiva la necesidad de combatir pérdidas por almacenamiento inadecuado y robos. En la banca — el control de las transacciones financieras. Sectores como la hostelería y la aviación ya invierten mucho en vigilancia para contrarrestar delitos y terrorismo. Los especialistas en marketing y merchandising son cada vez más conscientes de que las cámaras combinadas con analítica de vídeo pueden ofrecer múltiples análisis del comportamiento del cliente y su interacción con los productos.
Se prevé que el mercado de la videovigilancia alcance los 71 000 millones USD para finales de 2030.
Es probable que la analítica de vídeo irrumpa en sectores conservadores como la sanidad y la construcción. Y, por supuesto, una de las aplicaciones clave del futuro son las ciudades inteligentes. Una tendencia emergente es la analítica de vídeo para
cámaras corporales y drones de vigilancia.
Geografía de la demanda
Los analistas señalan que la demanda crecerá especialmente rápido en la región Asia-Pacífico, concretamente en China, India y Japón, donde se concentran los principales fabricantes y la criminalidad sigue siendo elevada. También ganará popularidad en Norteamérica y Europa, donde se mejora la infraestructura, aumentan los accidentes de tráfico y crece la preocupación por la seguridad pública. Los expertos destacan por separado a Arabia Saudí. En el futuro la analítica de vídeo seguirá avanzando a gran velocidad, impulsada por el deseo de ofrecer mayor inteligencia empresarial y trabajar con más eficiencia y seguridad. A fin de cuentas, el mundo es cada vez más digital.